La adaptación y la mitigación del cambio climático pueden lograrse conjuntamente con co-beneficios socio-económicos adoptando una visión global del sistema alimentario. La gestión de cultivos, el aumento de la materia orgánica del suelo, el control de la erosión con cultivos intercalados, la mejor gestión de fertilizantes, agua y estiércol aumentan la producción y disminuyen emisiones. Rosenzweig y colaboradores (2020 Nature Food 1:94-97) desarrollan cómo la ganadería extensiva y las dietas saludables aumentan junto a lo anterior la resiliencia del sistema alimentario, y ayudan a mitigar el cambio climático y a adaptarnos a él.