Play Video

5 MINUTOS CON: ¿Transición energética?

A nadie se le escapa que ante el cambio climático generado por la quema de combustibles fósiles debemos cambiar nuestra relación con la energía y depender más de la electricidad.
3 de noviembre de 2023
Lectura: 3 minutos
Play Video

A nadie se le escapa que ante el cambio climático generado por la quema de combustibles fósiles debemos cambiar nuestra relación con la energía y depender más de la electricidad. Es ineludible una transición clara y decidida hacia una reducción en la producción y consumo actual de energía. Esta transición es tecnológicamente compleja, pero más compleja aún lo es desde el punto de vista social, político y, mal que nos pese, también en lo económico.
La implantación de energías renovables, imprescindibles para reducir emisiones, no está exenta de problemas ambientales. Ocupan mucho espacio y su impacto ecológico y paisajístico no es en absoluto desdeñable. Hay una guerra de cifras al respecto de cuanta superficie hace falta ocupar con aerogeneradores y paneles fotovoltaicos para lograr un 100% de la energía a partir de fuentes renovables. También hay dudas sobre si pudiera bastar en países como España con cubrir los tejados de placas solares para abastecernos de energía. Muchos opinan que sí, pero lo cierto es que las autorizaciones para autoconsumo van lentas, y las pequeñas comunidades energéticas se desesperan.
Por apoyar una forma de energía frente a otra corremos el riesgo de limitarnos a cambiar el tipo de impacto ambiental sin reducirlo. Corremos el riesgo de dar un vuelco demasiado rápido a un modelo energético basado en el gas y en el petróleo sin atender a los impactos que las energías renovables provocan y sin medir con más honestidad cuanta energía realmente necesitamos. Las prisas y la oportunidad de negocio están empujando el oportunismo del mercado de las renovables con megaproyectos de campos eólicos y fotovoltaicos que pueden destruir innecesariamente ecosistemas y paisaje. Megaproyectos que están generando mucho rechazo por la ciudadanía justo en un momento en el que necesitamos migrar hacia las energías renovables.
Pero frenar la implantación de las energías renovables conlleva, a su vez, un gran riesgo. La contestación social a los grandes proyectos de energías renovables puede generar un “retardismo climático,” es decir, una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero lenta e insuficiente, por seguir apoyándonos demasiado en los combustibles fósiles.
¿Dónde está el punto justo de tamaño de las instalaciones de energías renovables y de velocidad de su implantación para mitigar el cambio climático a tiempo sin destruir innecesariamente los ecosistemas?
Esta difícil situación no puede ser abordada sólo por el sector privado. Ni tampoco por una administración superada por las circunstancias, ni por una clase política, local y nacional, a la que le tiembla el pulso a la hora de desarticular proyectos energéticos faraónicos. Proyectos que vienen apoyados por el espejismo de una riqueza efímera. Esta situación requiere, más que nunca, de una ciudadanía informada y crítica. Una ciudadanía que se plantee preguntas concretas y claras sobre la energía que realmente necesitamos y sobre las mejores ubicaciones y estrategias para desarrollar las energías renovables.
Hay, además, una difícil pregunta que debemos hacernos todos, ¿estamos dispuestos a reducir nuestra demanda energética? Todo apunta a que muchos ciudadanos, políticos y empresarios sueñan, o soñamos, con una nueva tecnología salvadora ¿será el hidrógeno? No lo sabemos. Lo que sí está científicamente probado es que en España consumimos el doble de lo que necesitamos. Los proyectos energéticos planteados con renovables multiplican varias veces esta cantidad necesaria.
Un creciente número de colectivos reclaman renovables éticas y alertan del fraude que puede encubrir una transición energética apresurada. Plantean la ubicación de grandes instalaciones de energías renovables en las abundantes zonas degradadas que hay en nuestro país. Reclaman también el uso de tejados e infraestructuras existentes para instalar sobre ellos paneles solares. Mientras lo hacen, mas de 150 grandes parques cuentan con autorización ambiental para ocupar más de 42.500 hectáreas y 36 empresas y fondos de inversión se frotan las manos con permisos que afectan a 243 municipios. No hay diálogo, pero lo necesitamos más que nunca.
Es ineludible redimensionar la energía que necesitamos a la hora de hacer frente al desafío energético. No podemos dejar escapar las oportunidades que nos brinda la transición ecológica para construir una economía más robusta, más competitiva y más justa. Algo que requiere, lo sabemos muy bien, visión, consenso y anticipación.

Fernando Valladares
valladares.info
Doctor en biología, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y profesor asociado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Director del proyecto "La Salud de la Humanidad"

La recivilización

"Desafíos, zancadillas y motivaciones para arreglar el mundo"
El primer libro de uno de los ecólogos con mayor prestigio y visión de futuro:
Fernando Valladares

No te pierdas nada

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2012 – 2023 Fernando Valladares - Todos los derechos reservados
film-playusersmap-markerscreenearthvolume-highmicclockmagnifiercrosschevron-left-circlechevron-right-circle linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram